El simbolismo y el significado de los alimentos tradicionales de Rosh Hashaná.

La esencia de Rosh Hashaná

Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío, es un tiempo de reflexión, renovación y rendición de cuentas. Es un período alegre que Dios no da la oportunidad para que los judíos de todo el mundo nos reunamos para rezar por un dulce y próspero año nuevo. Se toca el shofar (cuerno de carnero), que simboliza un llamado al arrepentimiento y un recordatorio de la soberanía de Dios.
La comida y su dimensión espiritual
El Jafetz Jaim, en el Sefer HaMitzvot HaKatzar, menciona que la primera obligación del judío es servir a Dios con alegría: “מצוה ראשונה לעבוד את ה’ בשמחה, כמו שנאמר ‘עבדו את ה’ בשמחה, בואו לפניו ברננה’. ומצוה זו כוללת כל התורה כולה, כי אין עבודה שלמה אלא מתוך שמחה, שנאמר ‘תחת אשר לא עבדת את ה’ אלקיך בשמחה ובטוב לבב’.” “El primer mandamiento es servir a Dios con alegría, como está dicho: ‘Servid a Hashem con alegría; venid ante su presencia con regocijo’. Y este mandamiento incluye toda la Torá, porque no hay servicio completo sino con alegría, como está dicho: ‘Por cuanto no serviste a Hashem tu Dios con alegría y con gozo de corazón’.”
Asimismo, Shulján Aruj, Oraj Jaim 529:1 dice: “מצוה לשמוח ולשמח במועדות, וכל זה לפי שמחת ה’, וכיצד משמחן? בתינוקות נותן להם קליות ואגוזים, ולנשים קונה להן בגדים ותכשיטים, כפי ממונו, ואנשים אוכלים בשר ושותים יין, שאין שמחה אלא בבשר ויין.” “Es un mandamiento alegrarse y alegrar a los demás en las festividades, cada uno según la alegría de Dios. ¿Y cómo se alegran? A los niños se les da nueces y dulces, a las mujeres se les compra ropa y joyas según la capacidad económica, y los hombres comen carne y beben vino, pues no hay alegría sino con carne y vino.”
La alegría, especialmente en el contexto de las festividades y el Shabat, se asocia con la comida y la bebida, particularmente el vino y la carne. Esta idea se basa en el Talmud y otros textos rabínicos.


El vino
El vino es mencionado repetidamente como un elemento que trae alegría. En el tratado de Pesajim 109a dice “אין שמחה אלא ביין” – “No hay alegría sino con vino.” En Tehilim 104:15, “ויין ישמח לבב אנוש” – “Y el vino alegra el corazón del hombre.” El vino es utilizado en la ceremonia del Kidush para santificar el Shabat y las festividades, así como en el casamiento bajo la jupá y en la entrada al pacto con Dios en el Brit Milá del bebé de 8 días.
La carne
El Talmud también en Pesajim 109a menciona “אמר רב יהודה מר שמואל: אין שמחה אלא בבשר” – “Dijo Rabí Yehuda en nombre de Shmuel: No hay alegría sino con carne.” En Devarim 14:26 dice: “וְנָתַתָּה הַכֶּסֶף בְּכֹל אֲשֶׁר-תְּאַוֶּה נַפְשְׁךָ, בַּבָּקָר וּבַצֹּאן וּבַיַּיִן וּבַשֵּׁכָר, וּבְכֹל אֲשֶׁר תִּשְׁאָלְךָ נַפְשֶׁךָ; וְאָכַלְתָּ שָּׁם לִפְנֵי ה’ אֱלֹהֶיךָ, וְשָׂמַחְתָּ אַתָּה וּבֵיתֶךָ” – “Y utilizarás el dinero en todo lo que desee tu alma: en ganado, ovejas, vino y licor, y en todo lo que desee tu alma; y comerás allí delante de Hashem tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia.”
La comida en la Torá
La comida en la Torá está estricta y detalladamente normada. Las leyes de alimentos kosher, o kashrut, son fundamentales para la vida judía. No son meras regulaciones dietéticas, sino que están imbuidas de un profundo significado espiritual. Mantener el kosher es una forma de santificar el acto de comer, transformando una necesidad humana básica en un esfuerzo sagrado. Al seguir estas leyes, los judíos traemos atención plena y disciplina a nuestras vidas, recordándonos nuestro pacto con Dios.
El rabino Avigdor Miller enfatizó que observar las leyes de kashrut ayuda a desarrollar el autocontrol y un sentido de santidad en las actividades diarias. Lo veía como una forma de recordarse continuamente la presencia de Dios y la importancia de vivir una vida dedicada al crecimiento espiritual.
Alimentos simbólicos de Rosh Hashaná


En Rosh Hashaná, se comen alimentos específicos como símbolos de buenos augurios para el próximo año. Además de ser una tradición ampliamente también tienen capas adicionales de significado:
• Manzanas y miel: Representan la esperanza de un dulce año nuevo. La interacción entre la dulzura natural de la manzana y la dulzura añadida de la miel simboliza la asociación entre el esfuerzo humano y la bendición divina.
Granadas: Con sus numerosas semillas, las granadas simbolizan el deseo de un año lleno de tantos méritos como las semillas dentro de la fruta. Esto refleja una profunda esperanza de abundancia espiritual y moral.
Cabeza de pez: Comer la cabeza de un pez (o de un carnero) simboliza el deseo de estar en la “cabeza” y no en la “cola” en el próximo año, una metáfora de liderazgo e iniciativa. Es importante aspirar a ser proactivo y predicar con el ejemplo.
Zanahorias: En yiddish, las zanahorias se llaman “mehren”, que suena como la palabra para “más”. Simbolizan la esperanza de mayores bendiciones y prosperidad.
Puerros, remolacha, dátiles y calabazas: Cada uno de estos alimentos se asocia con juegos de palabras en arameo o hebreo que expresan esperanzas de destrucción de enemigos o eliminación de obstáculos. Estos alimentos resaltan el poder del lenguaje y el simbolismo para dar forma a nuestras intenciones y oraciones para el nuevo año.


El acto de comer estos alimentos simbólicos en Rosh Hashaná podría ser una extensión de los principios del kashrut. Al igual que mantener el kosher eleva la alimentación diaria a un acto de santidad, el consumo de estos alimentos simbólicos transforma una comida en una Tefilá. Cada bocado es una manifestación física de una esperanza espiritual, una forma de interiorizar y expresar nuestros anhelos más profundos para el año que comienza.


El rabino Avigdor Miller a menudo hablaba sobre la importancia de reconocer la mano de Dios en todos los aspectos de la vida, incluidos los alimentos que comemos. Creía que, al centrarnos en los alimentos simbólicos de Rosh Hashaná, no solo alineamos nuestras acciones físicas con nuestras aspiraciones espirituales, sino que también reforzamos nuestra confianza en la providencia y la bondad de Dios.

En conclusión, Rosh Hashaná es un momento para reflexionar sobre nuestras acciones e intenciones. Además de los intensos días de oración y reflexión, al participar en el ritual de comer alimentos simbólicos, alineamos nuestras acciones físicas con nuestras aspiraciones espirituales. Las leyes kosher nos recuerdan nuestra relación continua con Dios, y los alimentos simbólicos de Rosh Hashaná refuerzan nuestras esperanzas y oraciones por un año nuevo dulce, próspero y significativo.
A través de estas prácticas, se nos recuerda que nuestras vidas están llenas de oportunidades para la renovación y la transformación. Cada año, cada comida y cada acto pueden estar impregnados de santidad y propósito, guiándonos hacia un mejor yo y un mundo mejor.


A gut geventcht yor!